viernes, 22 de julio de 2011

Crítica de "A las Cuatro" en Mendoza.

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Niños - Critica
Martes, 19 de Julio de 2011 15:19

A_las_4Vacaciones de invierno 2011. A la una, el escenario de fondo negro. A las dos, la música en el aire. A las tres, los personajes aún inmóviles con sus trajes brillantes. Y a las cuatro, la sala recibe a los verdaderos críticos de la cuestión. Sucede que la espontaneidad vuelve a los niños un público exigente. Si no les gusta la obra no tienen reparos en comentarlo en voz alta, preguntar cuánto falta o pedir ir al baño y la obra de danza teatro infantil A las cuatro no fue la excepción.

La hora completa en la que los ojitos sorprendidos fueron siguiendo cada movimiento entre risas y entusiasmadas intervenciones fue suficiente para cerrar la calificación del espectáculo. Pero para que esta crítica no sienta inútil su visita al teatro, veamos algunos puntos que hacen de la propuesta un acierto.

La historia se plantea como un recorrido musical por distintas situaciones en donde los dos personajes crean una especie de competencia por ganarse la simpatía del público. Cada episodio parte de sentimientos fácilmente reconocibles para el niño. Así entran en la tensión lúdica de la puesta el miedo, la sorpresa, la burla y el llanto.

Pero no son palabras precisamente las que sostienen el mensaje, A las cuatro se vale de movimientos y de música para transmitir su imagen. Y justamente la sincronización entre el cuerpo y los sonidos es el logro fundamental que vuelve sólida a la propuesta.

Otro de los recursos interesantes son los guiños a la estética televisiva. Los sonidos, la voz en off en español neutro y varios gags físicos son propios de los dibujos animados o shows para niños. De esta manera, la obra se conecta con su espectador desde una estructura mediática que le es familiar para luego construir su propio contenido y llegar incluso a entablar un diálogo desde un lenguaje ficticio.

Sin palabras reconocibles, A las cuatro se sostiene desde lenguajes paralelos sobre una puesta escénica despojada. El soporte musical se vuelve fundamental, la obra pasa por canciones originales, bases de jazz y versiones para niños de Mozart. Desde lo netamente visual, el vestuario remarca con sus colores y brillo el despliegue de los personajes en escena y los pocos objetos utilizados se insertan en la trama a la vez que demandan ser completados en algún punto desde la imaginación del espectador. A las cuatro es entonces una historia que entretiene desde el movimiento de sus palabras.

Gisella Ferraro

Ficha:

A las Cuatro. Con Yesica Canavese y Agustín Bruera. Vestuario: Andra Valez. Utilería: María Gabriela. Muñecos. Música original: Rony Keselman. Coreografía: Mecha Fernández. Libro: Mecha Fernández y Rony Keselman. Dirección y producción general: Nicolás Hemsy. Próximas funciones: 19, 20, 22 y 23 de julio en San Juan Resto Bar, a las 17:30. Domingo 24 a las 16, en Sala Lita Tancredi.

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