sábado, 22 de marzo de 2014

"El principio de Arquímedes" ADN La Nación


"Vegetal"


Una buena noticia:
A partir del viernes 28 de marzo a las 23 hs.reestrenamos VEGETAL en Korinthio Teatro (mario bravo 437)
Dirección: Pablo Razuk
Coreografia: Mecha Fernández
Diseño de sonido: Rony Keselman
Vestuario y escenografia: Jorge Lopez
Diseño de luces: David Seldes
dramaturgia y actuación: Claudio Pazos
LOS ESPERAMOS!!!

"El Principio de Arquímedes". Crítica de Clarín espectáculos.


TEATRO

Rumores bajo el agua

La obra del catalán Josep María Miró atrapa desde su puesta atrevida y sus diálogos.

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21.03.2014
Desde la densidad de la trama, la estigmatización social ante la sospecha de pedofilia en un natatorio, pasando por el diseño escenográfico (una pasarela que dispone de modo bifrontal la platea), El principio de Arquímedeses una obra “espejo”. El texto del catalán Josep María Miró funciona como un lente que refleja el comportamiento individual y colectivo ante el rumor de un abuso sexual. También las reacciones de una sociedad que requiere únicamente la “seguridad” como condición de vida.
Sin embargo, lo que deja al espectador en un lugar protagónico es que no hay estigmatizaciones por parte del autor. Sí, decisiones concretas de los personajes. Finalmente, es cada espectador quien debe decidir su posición en esa neblina de rumores. Y esa compleja construcción dramatúrgica, por parte de un autor que ronda los 36 años, es lo más lúcido de esta versión dirigida por Corina Fiorillo y protagonizada por Beatriz Spelzini, Juan Minujín, Martín Slipak y Nelson Rueda.
A diferencia de la película La cacería, de Thomas Vinterberg, donde sólo el espectador conoce lo que sucedió con el maestro acusado de pedofilia; o de la obra Hamelin, del madrileño Juan Mayorga, en la que un juez investiga casos de pederastas, en El principio... los personajes no juzgan un hecho, sino “lo que tal vez haya sucedido”.
Rubén (Minujín), profesor de los más pequeños del natatorio, fue visto por una nena dándole un beso en la boca a un niño durante una clase. Ella le cuenta a la madre que divulga en Facebook lo sucedido. Y esto desata la maraña de suposiciones entre Ana (Spelzini), la dueña del natatorio, Héctor (Slipak), otro instructor y David (Rueda), un padre que irrumpe en el vestuario donde transcurre toda la obra. Lo más concreto es que se destruye la vida privada del instructor.
En una puesta que, a nivel espacial, al menos, reproduce la dirigida por el propio Miró en la sala La Villarroel de Barcelona, la mayor virtud de este espectáculo está en la dinámica del texto y los trabajos de Beatriz Spelzini y Juan Minujín. No es una obra lineal, hay saltos temporales y diálogos que sugieren una cosa, pero cuyo significado cambia al brindar el contexto de lo sucedido.
“Todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta una fuerza ascendente igual al peso del volu men del líquido que desaloja ”, dice Arquímedes. Lo cierto es que ningún personaje de la obra toca fondo, a cada momento parece abrirse un poco más el suelo que pisan.

lanacion.com | Espectáculos Sábado 22 de marzo de 2014 | Publicado en edición impresa Teatro Preguntas que asoman después de una función Por Carlos Pacheco | LA NACION


El estreno de El principio de Arquímedesdel español Josep María Miró, en la sala Cunill Cabanellas del Teatro San Martín, resultó una experiencia muy atractiva en la última semana. Por un lado, el espectáculo que dirige Corina Fiorillo deja al espectador muy conmovido. Miró plantea una serie de preguntas muy inquietantes acerca de cómo vivimos en este presente, con qué miedos lo hacemos y cuáles son las aparentes verdades que nos sostienen. Por otro lado, la pieza nos lleva a cuestionarnos a nosotros mismos cómo nos relacionamos con los otros, cómo educamos a nuestros hijos, qué influencias tienen las redes sociales en nuestra comunicación y de qué manera esa misma comunicación modifica nuestro pensamiento.
Un aparente caso de pedofilia nos obliga a reflexionar sobre la esencia humana en estos convulsionados tiempos contemporáneos. El miedo que allí se expresa no está relacionado con algún caso de inseguridad concreto, sino con un entramado de relaciones personales en donde un acto de afecto se convierte en un gesto sórdido, preocupante y hasta destructor.
Una pregunta queda flotando en el aire después de ver esta representación. ¿Por qué en Buenos Aires no es común que nuestra dramaturgia desarrolle temas más próximos al devenir social y prefiera volver a la historia, a concentrar un drama en el ámbito de un living o a insistir con las familias disfuncionales? Algo de la crónica periodística cotidiana está quedándose fuera de los escenarios..

miércoles, 19 de marzo de 2014

"Cachafaz" en Escenarios de verano. Mar del Sur.


Esta obra, además de ser excelente, cuenta con tres músicos -que acompañan toda la pieza artística- y un elenco de bailarinas y bailarines impecables -que se convierten en el personaje que interpretan de una manera admirable-.
Los cuerpos de los bailarines parecen flotar, conformándose en gacelas y luciendo estéticamente perfectos. Cada uno logra un movimiento similar pero diferente y eso es lo que más emociona.

EL PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES en el Teatro San Martín - Temporada 2014. Pequeño adelanto de la obra.

"Amor sin barreras, lo conocí en el Roca". Crítica de Geoteatral.

"Esta divertida comedia escrita y dirigida por Héctor Presa, que si bien cuenta una historia sencilla, es gracias a una interesante estructura que la obra va pasando por diferentes instancias, siempre con el foco puesto en la comicidad.
Con una puesta que no necesita de grandes elementos, todo se resuelva de una manera práctica, y donde se destaca el talento de sus cinco intérpretes, y la composición musical de Rony Keselman y las coreográficas de Mecha Fernández."

lunes, 17 de marzo de 2014

"Miembro del Jurado" crítica de Farsa Mag. Recomendador de Teatro


RESEÑAS — 17/03/2014 at 11:36 am

Miembro del jurado

por 
Una tarde de carnaval y un aguantadero desvencijado en el que funciona (a modo de fachada) una cerrajería. Dos hombres anónimos, que no se conocen: Simón (Roberto Vallejos) acaba de salir de la cárcel tras cumplir diez de los quince años de su condena; afuera lo esperaba Mejía (Ernesto Claudio), un total desconocido que le ofrece un empleo poco preciso, misterioso y, por lo menos, ilegal.
A pesar de las apariencias amigables y un clima carnavalesco, la atmósfera se respira turbia. Pronto sabremos que en realidad Mejía no es quien parece y que su objetivo está muy lejos de ofrecer un empleo. Cuando llega Esther(Silvina Bosco), todo empieza a encajar: no se trata de “la putita” que pidió Simón. Todo se resignifica, se intensifica, se vuelve aún más irrespirable.
Un monólogo dulce, un grito desgarrador, la necesidad de que la justicia no se equivoque tanto. En un pase de teatralidad, dejamos de compartir esa habitación desesperante y quedamos afuera: con la murga, con el carnaval. Como si no nos quisieran cómplices de lo que ocurra cuando se cierre la ventana.
Cuando las luces se encienden, los actores siguen desvastados. Nosotros también.
Ficha técnico artística
Dirección: Corina Fiorillo
Autoría: Roberto Perinelli
Actuación: Silvina Bosco, Ernesto Claudio, Roberto Vallejos
Coreografía y asesoramiento corporal: Mecha Fernández
Música original: Rony Keselman
Asistente de dirección: Vanesa Campanini
Diseño de escenografía: Julieta Risso
Diseño de vestuario: Julieta Risso
Fotografía: Gustavo Gorrini, Mauricio Cáceres
Diseño Gráfico: Verónica Duh
Producción: Luciano Margulis
TEATRO NACIONAL CERVANTES